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El Gobierno de Navarra adquiere el cuadro "Santa Cecilia" de Vicente Berdusán viernes, 14 de agosto de 2009
La obra ha sido presentada en el Museo de Navarra por el consejero de Cultura y Turismo
Santa Cecilia, obra de Vicente Berdusán.
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El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, ha presentado esta mañana en el Museo de Navarra una de las últimas adquisiciones del Gobierno foral, el cuadro “Santa Cecilia”, obra del pintor Vicente Berdusán, adquirido en la sala de subastas Fernando Durán de Madrid por un precio de 10.800 euros.
La pieza es un óleo sobre lienzo, de 126 x 100 centímetros, que representa a Santa Cecilia. Para su adquisición, el Ministerio de Cultura ha ejercitado el derecho de tanteo para el Gobierno de Navarra.
El cuadro, firmado y fechado en 1691, formaba pareja con otro de similares características dedicado a Santa Catalina. Ambos fueron pintados por el artista en sus últimos años de vida. La Santa Catalina ya se exponía en el Museo de Navarra desde 1981, cuando fue adquirido por el Gobierno de Navarra.
Santa Cecilia aparece en el cuadro vestida con ropas adornadas con joyas y sentada al órgano. Gira su cuerpo hacia la derecha, mientras un ángel que desciende de un fondo de nubes deposita en su cabeza una corona de flores. Se trata de una glorificación de la santa como patrona de los músicos.
Los especialistas señalan que esta pintura responde a las características estilísticas de la última época de Berdusán, que abarca de 1690 a 1697. El artista firmó en ese periodo obras importantes en su carrera, como el conjunto de la capilla de los Villahermosa en el Seminario de San Carlos de Zaragoza, o el lienzo “La Virgen y San José imponiendo el collar a Santa Teresa”, de las capuchinas de Tudela.
Nacido en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) en 1632, Vicente Berdusán quedó huérfano de padre y madre a los ocho años y pasó a vivir en Tudela bajo la tutoría de su tío, el retablista Juan de Gurrea. Su primera formación artística la recibió de otro de sus parientes, el pintor Hernando de los Mozos, también tío suyo. En 1655 contrajo matrimonio con la tudelana Margarita de Sabiñán y Royo y estableció su taller en la capital de la Ribera, donde moriría a los sesenta y cinco años, el 30 de enero de 1697.
Un hecho importante para su formación pictórica fue su estancia en Madrid, en torno al año 1650. Allí conocería la obra de los pintores del barroco tardío, seguidores de Velázquez: Carreño de Miranda, Rizzi, Francisco Camilo y Herrera, que dejarían una impronta en su pintura, sobre todo en el estilo vaporoso, la profundidad atmosférica, el efectismo barroquizante y los contrastes lumínicos.
Berdusán produjo numerosas obras, lo que le ayudó a mantener a sus siete hijos. Pintó casi exclusivamente cuadros de tema religioso: ciclos monásticos, cuadros de altar y devocionales, que ornaron conventos, monasterios, catedrales, parroquias y ermitas. En ellos representó los temas comunes de la religiosidad contrarreformista española: escenas de la vida de la Sagrada Familia, milagros de santos, santos repartiendo limosna, éxtasis y apoteosis. De su repertorio iconográfico formaron parte, además de santos de gran tradición en la espiritualidad católica, otros de reciente canonización en la época barroca: Santa Teresa, San Carlos Borromeo, San Felipe Neri, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga o San Estanislao de Kostka. Su ámbito de actuación como artista abarcó, además de Navarra, Aragón, La Rioja, y País Vasco. Berdusán dejó la mayor parte de su producción en Navarra.
