El 8 de marzo, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, en el que recordaremos el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist ocurrido en Nueva York el 25 de marzo de 1911, en el que fallecieron 146 personas, de ellas 123 mujeres e inmigrantes y 23 hombres por quemaduras producidas por el fuego, la inhalación de humo, o por derrumbes.

La masacre de estas 146 personas, víctimas de la explotación laboral, obligó a importantes cambios legislativos en las normas de seguridad y salud laborales e industriales y fue el detonante para mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras textiles.

A pesar del tiempo transcurrido y la lucha mantenida a lo largo de la historia para conseguir la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, todavía queda mucho por hacer en el mundo. Muchas mujeres han sufrido y sufren persecución y muerte por reclamar estos derechos. Derechos tan básicos como el acceso a la educación, a la formación, su acceso al mundo laboral con igualdad salarial, a la política, a la ciencia, al arte, a elegir libremente pareja y forma de convivencia, derecho a la maternidad...

Algunas sociedades han avanzado mucho en este camino de igualdad entre hombres y mujeres, pero en momentos de crisis social, económica, pobreza y conflictos, las mujeres son especialmente más vulnerables.

Es por tanto necesario que quienes gobiernan, apuesten por políticas de igualdad de forma real, cualquier retroceso en este sentido conlleva la pérdida de años de avance de las mujeres.

Este año 2015 la ONU conmemora el Día Internacional de la Mujer: "Empoderando a las Mujeres. Empoderando a la Humanidad", para conseguir vencer las brechas que existen para convertir la igualdad de género en realidad.