El dolor de garganta generalmente se cura solo, y aunque es un proceso molesto, no precisa atención profesional. Tú eres perfectamente capaz de cuidarte en casa.
Pautas de actuación:
- Descansar lo suficiente, especialmente mientras se tiene fiebre.
- Beber líquidos calientes.
- Hacer gárgaras varias veces al día con agua tibia con sal (mezclar ½ cucharadita de sal en una taza de agua).
- Los helados o líquidos fríos ayudan en algunos casos de irritación de garganta.
- Chupar caramelos duros o pastillas para la garganta puede ser muy refrescante, dado que incrementa la producción de saliva.
- Usar un vaporizador o humidificador de vapor frío para refrescar la garganta seca y dolorida. Si padece asma consulte previamente.
- No fumar, ni respirar aire con humo de tabaco, ni frecuentar ambientes cargados.
- Protegerse del frío y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Medidas higiénicas:
- Lávate las manos frecuentemente, utiliza pañuelos desechables, y tápate la nariz al toser y/o estornudar.
Tratamiento con fármacos:
Todo lo que puedas hacer para sentirte mejor es tratar los síntomas mientras dura el proceso. Los antibióticos no se recomiendan salvo que el médico compruebe o considere que la infección está causada por bacterias.
Para aliviar los síntomas puedes tomar analgésicos - antitérmicos (como el paracetamol), siguiendo las instrucciones del prospecto. Este tipo de medicamentos te alivia las molestias de garganta.
Si tienes fiebre superior a 38 º C, con placas purulentas en la garganta, ganglios inflamados y dolorosos en el cuello, es probable que esté causada por bacterias.
Vigilar y acudir o llamar al Centro de Salud si:
- Si eres una persona mayor o débil y tus síntomas son graves o no mejoran en 48 horas.
- Si eres una persona que tiene dificultad respiratoria o sensación de falta de aire, dolor en el pecho o costado, si le aparecen manchas por el cuerpo, si tiene un intenso dolor de cabeza o confusión, o presenta rigidez de cuello cuando dobla su cabeza hacia delante.
- En caso de persistir una fiebre superior a 38º C, pasadas 48 horas con tratamiento.
- Aumento de las placas de pus o de la inflamación de la garganta.
- En caso de empeoramiento del estado general.
- Si aparece tos húmeda y productiva con mucosidad verdosa.
- Si tienes síntomas de deshidratación, especialmente si es una persona anciana.
- Si eres una persona diagnosticada de una enfermedad crónica.
Todas las dudas que tengas las puedes consultar con tu enfermera o enfermero del centro de salud. Recuerda que por las tardes y los fines de semana puedes recurrir al teléfono de consejo sanitario, atendido por personal de Enfermería.